A diario, recibimos y prestamos servicios profesionales y empresariales que pueden causar un daño y generar una indemnización, hablamos, por ejemplo, de servicios profesionales de abogados, médicos, arquitectos, ingenieros, constructores, o de servicios empresariales que recibimos... y porque todos somos humanos, todos podemos equivocarnos, o prestar inadecuadamente un servicio, generando un daño a un tercero, susceptible de indemnización.